Cuando en 1988 la organización Amnistía Internacional produjo los famosos conciertos en defensa de los Derechos Humanos con participación de algunas de las más importantes figuras internacionales de la música, pretendían terminar con un gran concierto en Santiago, sin embargo, la dictadura militar lo prohibió. Por este motivo, el concierto de finalización de la gira Amnistía se realizó en la ciudad de Mendoza, Argentina, que era lo más cerca que podían llegar de la capital chilena, congregando en esa ocasión a unas 30 mil personas, de las cuales, aproximadamente la mitad eran chilenas.
Sin embargo, no pasarían más de dos años desde ese concierto para que la dictadura terminara. De manera inédita en la historia un pueblo lograba derrocar a un dictador por la vía democrática. Entonces Alfredo Saint-Jean se puso en contacto con la organización para proponerles hacer un concierto más, esta vez no solamente en Santiago de Chile, ya libre de dictadura, sino además en el mismo Estadio Nacional.
Bajo el nombre de «Desde Chile un abrazo a la esperanza», estos conciertos serían una especie de continuación de un trabajo de resignificación del Estadio, que había empezado con el cambio de mando presidencial (Así me gusta Chile, marzo de 1990), los emblemáticos conciertos de regreso al país de Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat, y ahora las dos jornadas de Amnistía. Por el escenario de Amnistía en Santiago pasaron figuras internacionales como Sting, Sinead O’connor, Bruce Springsteen, Peter Gabriel, Luz Casal, Rubén Blades, y nacionales como Inti Illimani y Congreso. Además estuvieron presentes familiares de detenidos desaparecidos y víctimas de la dictadura militar.
Ambas jornadas (12 y 13 de octubre de 1990) fueron transmitidas en vivo por Televisión Nacional de Chile y emitidas también en otros países y quedarían para siempre en la memoria de las más de 150 mil personas que asistieron.