Parece ayer cuando lo recibimos en Chile para el Festival de Viña, cuando luego de noches de bohemia, en las luces y sombras de Valparaiso, cumplía brillantemente con sus presentaciones ante miles de personas que comenzaban a conocerlo y reconocerlo.
Más de dos décadas han transcurrido desde aquel momento en el que comenzó a crecer el estrecho vínculo entre Sabina y sus cómplices chilenos, quienes hoy se reencuentran para celebrar otro hito: los 15 años de intensa existencia del disco ’19 días y 500 noches’, trabajo que acabó por cerrar -con solvencia y de manera brillante- una etapa en la vida de su autor.
Sabina revisita en esta gira los frutos más preciados de su larga y loca juventud, pero no como un acto de nostalgia, sino de valentía, mirando sus canciones desde otra perspectiva.
En su rebelde madurez, él continúa sorprendiéndonos y no tiene temor a mostrar su faceta más personal.
Su potencia creativa, su inquietud intelectual y su lucidez le van asegurando un lugar entre los grandes trovadores y poetas de habla hispana de nuestro tiempo.
Editorial publicada en el programa de mano que se entregó al público que asistió al concierto que Joaquín Sabina ofreció en el Movistar Arena de Santiago, el 27 de agosto de 2014.