Esta mañana Alfredo Saint-Jean Domic se reunió en Ancud con la Asociación de Carpinteros Patrimoniales de Chiloé, ocasión en la que pudo hablar de las posibles colaboraciones a futuro que, desde la plataforma CULTURA CIUDADANA-SEGUNDO PISO, les puede ofrecer.
A la reunión asistieron el presidente de la Asociación, José Luis Catalán, carpinteros que son parte del directorio Sebastian Ampuero, Victor Lepun, Alejandro Muñoz, la abogada de la asociación Daniela Morales y la periodista Carola Antezana.
Entre los puntos tratados se abordó la idea de crear en Chiloé una escuela abierta de aprendizaje de este oficio, que permita transmitir este maravilloso oficio a las generaciones futuras, logrando así que este conocimiento antiguo, que ellos mismos recibieron como enseñanza de parte sus antepasados, se traspase a quienes lo quieran aprender, aportando en la conservación de las iglesias patrimoniales de la isla.
En la reunión Saint-Jean señaló: “Son ustedes quienes entran en contacto directo con la madera, mano a mano. Son artesanos, son realizadores, son materializadores (…) en mi calidad de gestor cultural, me siento identificado con ustedes, porque mi labor ha sido durante años la de materializar ideas, proyectos, sueños.”
En este mismo sentido, Saint-Jean informó que hace un año viene trabajando en la creación de un libro que recoge las experiencias de los carpinteros en Chiloé. La periodista Irene González manifestó su interés en entrevistar a los «antiguos» (el término que ellos utilizan para llamar a los mayores que ejercen esta labor) y aportar así a la construcción de documentación escrita sobre esta experiencia.
La Asociación de Carpinteros Patrimoniales de Chiloé reúne a un grupo de carpinteros de oficio, la mayoría de los cuales comenzó a ejercerlo de cuando acompañaban en las labores a sus padres; y cuando el oficio era el sostén de la familia, como lo era la marisca, la agricultura o los viajes a la Patagonia. Se definen además como carpinteros patrimoniales, pues del oficio pasaron a ser especialistas en la carpintería de iglesias cuando Unesco declaró a 16 de las 70 iglesias de madera de Chiloé como Patrimonio de la Humanidad el año 2001, y se entregaron importantes recursos para intervenir sus techos y explanadas o restaurarlas completamente.
La cita sirvió además para formalizar mediante una firma notarial la incorporación de Alfredo Saint-Jean como miembro de la asociación.